“Cambié muchas veces de colegio cuando iba a la escuela primaria porque algunas chicas eran malas conmigo”.
Más tarde cuando empezó la secundaria Jen tuvo menos problemas, pero aún así tuvo que aguantar algo parecido al acoso escolar, la indiferencia de algunos alumnos que le hicieron el vacío:
“Fueron menos malos en la secundaria, porque lo estaba haciendo bien, aunque hubo una chica que repartió invitaciones para ir a su cumpleaños y a mí no me invitó”.
Por suerte Jen fue súper fuerte y superó toda su etapa de secundaria. Y como una persona que ya pasó por esa experiencia, nos aconseja:
“No se preocupen por esas perras. Este podría ser un gran lema, porque durante toda la vida nos vamos a encontrar a gente de este tipo”.
Qué envidia deben sentir sus ex compañeros con todo el éxito que está teniendo, ¿no?
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