Austin Mahone reveló a la revista M que estaba emocionado de tener frenillos dentales: "Estaba impaciente por ponermelos, sentía que estaba listo. Después del primer mes, ya los estaba odiando, los quiero fuera.
Cada vez que fui al ortodoncista, siempre preguntaba si ya era el momento de retirarlos, y siempre me decían que tenía que esperar un año más. La primera vez que me los pusieron, los sentí totalmente ajustados a los dientes y apenas podía comer bien.
Pero después de la primera semana, ni siquiera se sentía que estaban ahí. Me sentí realmente feliz y una nueva persona cuando me los sacaron".
1 comentario:
http://lomasdeldiariodesara.blogspot.com/2013/09/nominada-un-premio.html
Entra ahí porque estas nominada a un premio en mi blog, buena suerte y de paso te digo que AMO tu blog. Besos desde España!!!!
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